diumenge, 9 de gener del 2011

como una lata de cerveza...

Pensaba en ti, hoy, a esa hora en que los domingos el mundo se detiene, deambulando por la montaña, una señal de puntos verdes me indican que el destino que me conduce a menudo por el camino está aserto a mis pensamientos.

Me paro, allí donde muchas veces me condujo mi niñez, pienso en ti, el mundo se paraliza, levitan mis pensamientos, recibo un disparo dentro mi, al mismo tiempo que una ráfaga de tristeza al fondo de ellos mismos, mata todo aquello que es material y más allá de la conciencia, siempre tú, siempre un tú, que no se desvanece con los pesares ni con el tiempo

Adivino si era la señal de la complicidad, el reconocer una afinidad, la declaración de que su esencia y la mía son semejantes o sí -por el contrario- sólo es el miedo de no poder emplear ningún sentido conocido.

Cuando pienso en ti, lo hago sabiendo que nunca pronunciaras las palabras que yo quiero, yo lo he admitido, más me gusta elucubrar lo diferente que pudo ser mi camino.
Ella no sé si marchó con otro hombre, al que yo no envidié su paso por aquel cuerpo, ni desee robar la cercanía a los ojos brillantes y la sonrisa sincera, viviendo como vivo en otro hemisferio, vacío y sorprendido.

No creo que tú lo entiendas, ni lo que digo, ni lo que siento, busco en la sabiduría de los tontos, la respuesta de la confusión, porque la libertad no quiere abandonarme y para quererte, uno debe ser esclavo de su propia consecuencia, o tal vez no, en este estado de amor en el que me encuentro, ya no estoy seguro de nada…

Hola, molts us n’haureu adonat que fa dies que no escric, fa setmanes que no explico el dia a dia i més encara que no escric dia sí i dia també. Tot té una raó (o varies).

Crec que he perdut les ganes de tot veient el panorama que tenim. Podria parlar de les coses negatives que passen al meu voltant (que -desgraciadament- no són poques) però no crec que us importi la meva "merda". També podria parlar de coses positives com la felicitat que veig a la cara de la Saya últimament, els dinars en família, les partides a cartes d'aquests dies... i moltes coses més.

El moment més "algú ho havia de dir" va ser ahir a la nit a casa d’en Marc quan em van preguntar: ¿De verdad vale la pena? Tot això en un context de pluja de sentiments. No sé si val la pena continuar amb tot això... cadascú em diu una cosa: que ho deixi córrer, que faci el que jo cregui, que continuï... i jo tinc la pixa feta un lio.


-¿Que te pasa últimamente?
-Nada nada.
-En serio, sé lo que te pasa, suéltalo.
-Pues si lo sabes, dímelo.
-¿Quieres que te lo diga? ¿En serio? Pues bien. Tienes miedo, miedo de no volver a sentir que alguien te haga olvidar todo, tienes pánico a volver a sufrir sin tener alguien con quien hablar, tienes...sientes dolor, por todo, porque por una vez habías sentido que podías poner el puño en el fuego sabiendo que mañana la tendrías ahí, por una vez creías que era de verdad, que no era un puto sueño.


"Prefiero ser mendigo que banquero. Si no tengo tus ojos, para qué quiero el dinero".

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